Los discípulos nacen de nuevo, reciben el bautismo en el Espíritu Santo y experimentan la obra empoderadora, el liderazgo y la purificación del Espíritu en su vida.

(Éxodo 31:1–3; Números 11:17, 25–26, 29; 1 Samuel 10:6–10; 16:13–14; Juan 3:16; 7:37–39; 14:16–17; 25–26; Hechos 1:4–5, 8; 13:9–11; 16:6–10; Romanos 8:1–17; 1 Corintios 12:4–7; Gálatas 5:22–23)

PREESCOLARES

• Saber que el Espíritu Santo es Dios.
• Entender que el Espíritu Santo es un don de Dios.
• Entender que el Espíritu Santo puede ayudarlos a ser como Jesús y a vivir cada día como Él .

NIÑOS PRIMARIA

• Los discípulos nacen de nuevo, entienden que el Espíritu Santo es Dios, entienden sus roles (Consolador, Maestro, etc.), sienten la presencia de Dios y comienzan a aprender a escuchar la voz de Dios y a ejercer sus dones.
• Los discípulos buscan el bautismo en el Espíritu Santo con la evidencia física inicial de hablar en lenguas, y permiten que el Espíritu Santo los capacite para compartir su fe.
• Los discípulos reconocen comportamientos que muestran el fruto del Espíritu (y los que no) y crecen en su comprensión de una vida transformada.

JÓVENES

• Los discípulos experimentan un nuevo nacimiento en Cristo, desarrollan una mayor comprensión de la Persona del Espíritu Santo, su función en la salvación y cómo Él nos ayuda a ser más como Jesús.
• Los discípulos continúan la búsqueda del bautismo en el Espíritu Santo, con la evidencia física inicial de hablar en lenguas, y entienden la conexión de esta experiencia con el empoderamiento para cumplir la misión de alcanzar a su familia y amigos.
• Los discípulos identifican el fruto del Espíritu y comienzan a mostrar ese fruto al buscar oportunidades para crecer y evidenciar las virtudes de una vida transformada.
• Los discípulos identifican y toman conciencia de sus dones y talentos dados por Dios y, con la ayuda del Espíritu, los usan en todas las áreas de la vida.
• Los discípulos continúan su desarrollo en creatividad e innovación, permitiendo que el Espíritu los guíe en todos los aspectos de la vida.

ADULTOS

• Los discípulos han experimentado el nuevo nacimiento, conocen la presencia del Espíritu Santo y saben que el Espíritu Santo es Dios, digno de adoración juntamente con el Padre y el Hijo.
• Los discípulos buscan el bautismo en el Espíritu Santo, con la evidencia física inicial de hablar en lenguas, y conectan esta experiencia con una mayor intimidad con Dios y con el empoderamiento para la misión de alcanzar a los perdidos.
• Los discípulos disfrutan de una conciencia limpia y crecen en autodisciplina y santidad personal, permitiendo que el Espíritu Santo purifique y transforme su mente y corazón, y reproduzca en ellos el fruto del Espíritu y las virtudes de una vida transformada.
• Los discípulos conocen los dones y talentos que Dios les dio y, con la ayuda del Espíritu, los usan en todas las áreas de la vida.
• Los discípulos crecen en creatividad e innovación, permitiendo que el Espíritu los guíe en todos los aspectos de la vida.

Descargue la Guía de resultados del discipulado (PDF)